Comienzo por tratar este tema, antes que todo, debido a que es la base para poder entender otros fenómenos como la existencia de los extraterrestres, la vida después de la supuesta muerte, el verdadero origen del ser humano en el planeta, y otros.
En algunas películas hemos visto cuando el personaje atraviesa algo así como una puerta misteriosa y entra a un mundo diferente donde halla otra civilización. Es decir, sale de esta dimensión y entra a otra. Esa puerta se llama vórtice. La realidad a mí me sorprende que los creadores del cine tengan conocimiento de estas cosas, porque tanto los vórtices como las dimensiones existen, son una realidad. Inclusive en programas infantiles como Dragón Ball z se mencionan los chacras y el poder que poseen, y efectivamente los tenemos. Es difícil para el lector asimilar la idea de la existencia de otros planos como lo fue al principio para mí. Sin embargo en los diálogos que he tenido con los seres de la cuarta dimensión pude comprobarlo y conocer varios detalles de allá. Tal vez lo que sucede es que estamos acostumbrados a que lo que vemos y tocamos es lo único real, pero desconocemos que hay mundos intangibles frente a los cuales necesitamos otra forma de interpretarlos porque nuestros cinco sentidos rudimentarios que poseemos son muy limitados y debemos explorar dentro de nosotros mismos otras capacidades que aun no hemos desarrollado. Para comprender la existencia de las dimensiones voy a citar un ejemplo: cada una esta incrustada dentro de otra sucesivamente como cajas introducidas dentro de otras, pero con la diferencia de que no ocupan espacio, ni se interfieren entre sí. Nosotros estamos en la tercera dimensión pero convivimos con la cuarta, quinta etc., sin que nos afecte o lo notemos. En las noticias nos informamos a veces de la aparición de fantasmas en algunas habitaciones, esta es una prueba de ello, aunque es un caso muy raro que se hagan visibles. En cada plano las cosas son muy diferentes, por así decirlo, el tiempo; mientras allá transcurren cinco minutos aquí transcurren seis meses. El tiempo allí pasa inadvertido.
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